Espárragos en salsa

Este es mi humilde homenaje a Francisco Gómez Pérez un gran hombre, militar de profesión, escritor y  poeta  por devoción, y un loco enamorado de la cocina, de la cocina tradicional malagueña de la que se hacía antes a fuego lento y mimando los ingredientes, y que nos ha dejado su legado  para que no lo olvidemos.
Aunque no tuve la suerte de conocerlo en persona,  si  llegué a conocerlo bastante  bien a través de su hija Paloma, una hija que se le iluminan los ojos y se le llena la boca hablando de su Paquito, al que admira y se enorgullece de ser su hija.
Palomo siempre habla de los aromas que salen de la  cocina de su padre, de las etiquetas en lo tápares, de esos huevos decorados en la nevera para que no hubiese confusión, de su humor, de sus poemas........
Paco era un enamorado de su familia, de  Málaga y de  Chipiona, de sus amigos, Paco era  un enamorado de la VIDA.
D.E.P.  Francisco Gómez Pérez, padre de Paloma.

Si queréis ver otra receta del cuaderno Treinta platos y un día, solo tenéis que entrar aquí


 Ingredientes:
1 manojo de espárragos
una rebanada de pan
tres dientes de ajo
1/2 cucharadita de comino
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de vinagre
aceite de oliva virgen extra






Modo de hacerlo:
Se pone aceite en una sartén y se doran un par de ajos y una rebanada de pan.
Que seguidamente ablandaremos en agua.
Con los ajos, el pan frito mojado y unos cuantos cominos haremos un majado, que aclarado con un poco de agua dejaremos preparado para cuando lo necesitemos.
Los espárragos cortados a trozos, despreciando las partes duras los rehogamos en la sartén con un poco de aceite.
Una vez rehogados los cubrimos con agua y lo dejamos a fuego medio unos minutos para que cuezan.
Una vez que estén tierno, le añadimos el majado que teníamos preparado, y lo dejamos hervir otro poco procurando que la salsa no se peque. Apagamos el fuego y entonces se le echa por encima un chorreón de vinagre.
Ya solo queda llevarlo a la mesa y disfrutar de un delicioso guiso de espárragos con los sabores de antes, sabores que nos devuelven a la niñez.
Nota:
A los espárragos así guisados les va muy bien  cuajarle unos huevos.
Otra forma de hacerlos es cocer antes los espárragos y después  solamente refreírlos y  añadirle el majado, pero si son tiernos puede hacerse tal y como se detalla en la receta.

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